En el reino que la memoria evoca,
pervives colgado de la colina hueca,cuando el río dibuja su laboriosa curva,
como si desde siempre se hubiera resistido
al trazo recto, a la vega encharcada:
ahí eras fortaleza de encaje,
esbelta como el vuelo
del buitre, tu vecino.
Y, para los amantes…., te abrías confiado enesbelta como el vuelo
del buitre, tu vecino.
arcadas de sol, encaladas de blanco y de añil
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